Se recomienda no comer hasta que desaparezca el efecto de la anestesia local después de una extracción dental, es decir, durante aproximadamente 2 horas. Se deben preferir alimentos tibios y no sólidos durante las primeras 24 horas después del procedimiento, y no se deben comer alimentos duros ni calientes. Prestar atención a estos puntos después de una extracción dental es importante para el proceso de curación.